El silencio: cuando conviene…

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Mis palabras no son tendenciosas. No tanto, cuanto la información que me llega.

Ayer en el trascurso de un partido de fútbol disputado en la capital, del, (todavía), Reino de España, a punto estuvo de ocurrir una desgracia, agravada por el hecho de que la victima fuera un niño de muy tierna edad. Pese a la absoluta prohibición de las bengalas, u otros artefactos de este tipo en el interior de los estadios, una vez mas «un lamentable fallo de seguridad» dejó que no solo se introdujeran, como se utilizaran.

A mi ni me ocupa la seguridad en estos eventos, ni postularme sobre la irresponsabilidad de quienes se demuestran totalmente incapaces de contener estos hechos; no me concierne. Lo que me amaga, es que a efectos de un mercantilismo absoluto, la prensa lo pase por alto, como si algo de tan grave, no hubiera ocurrido.

Grave, en el sentido de que la presencia de estos artefactos, (entre tan inmensa mole de gente), supone un peligro para la integridad física de cualquiera de los asistentes.

Grave, porque aquellos sobre quienes recae la responsabilidad de evitarlo, o son incapaces, o ni siquiera se molestan en hacerlo.

Grave, porque parte de la seguridad de esta competición está sufragada con dinero público, al revés de otras que lo tienen que suportar íntegramente.

Y, finalmente: grave, porque los medios de comunicación lo ocultan.

Al menos esta vez nos han ahorrado la tortura de pasar el vídeo una y otra vez. Esta vez, no hay vídeo.

Entiéndase, que ni una sola de mis palabras es una critica y menos una afronta a quienes les guste «esto» y lo apoyen; cualquiera es libre de tener sus aficiones y debiera disfrutar de ellas con absoluta seguridad. Crítico, sin pudor, un sistema globalizado que financia, engrandece y protege, no este deporte, sino su fausto negocio.

Si a las televisiones no les importa que Fuster ya sea campeón nacional, que Carlos Sainz corra el Dakar con Loeb, ni nada que tenga que ver con los rallyes, pues que deje de importarles también las desgracias cuando ocurren. Que se olviden completamente; no los necesitamos.

Duele que para lo de «los viente y dos con la pelota», sea justo a la inversa: solo la desgracia, el vandalismo, la falta de seguridad y otros largos etcéteras, no son noticia, porque «es malo para el negocio».

Mis palabras no son tendenciosas, al menos no tanto como la información que me llega.

Seguridad en los Rallyes: hablemos de ello, una y otra vez

Si nos importa este deporte y queremos que no se condene a la extinción en un futuro no muy lejano, entonces habrá que seguir hablando de este tema, una y otra vez. 0

Pasado tan poco tiempo de un trágico accidente que nos estremeció a todos, lo normal sería que hubiera un cambio visible respecto al comportamiento del público, sobretodo en lo tocante a su colocación dentro de los tramos. Yo al menos, creía que la gente se lo pensaría y que no se arriesgaría tanto a «jugarse el tipo»; pero veo que desgraciadamente no es así y que todo sigue igual, o peor…

Dijo Jean Paul Sartre que «Mi libertad se termina donde empieza la de los demás» y así debiera de ser, ya que cuando se anula un tramo, (como ocurrió en varias pruebas del pasado fin de semana), aquellos que han actuado correctamente y llegaron con la debida antelación, se quedan sin prueba por culpa de quienes, (voluntaria o involuntariamente), lo fastidian. Pero no solo es el público el perjudicado: los equipos han pagado una inscripción y se quedan sin correr, con lo cual la libertad de unos en entrar demasiado tarde en el tramo y colocarse donde les da la gana, o incluso andar cruzando la trazada con coches en pista, afecta y cuarta la libertad de todos los demás.

Yo estoy convencido que estos comportamientos, tienen su origen en dos causas: por un lado la falta de civismo, que desgraciadamente se ve en el cotidiano, y por otro el desconocimiento total y absoluto de lo que es un rallye. En la imagen que encabeza el articulo, se puede ver como un grupo camina tranquilamente a colocarse al paso del coche «#0», mientras otros se sitúan plácidamente por fuera del guarda-raíl. A mi me choca particularmente, cuando veo un padre con un hijo de pocos años en estas escenas, o sentado relajadamente al lado de la cuneta… (me recuerda uno que fue noticia por llevar un hijo menor a un encierro)… que tu te juegues el tipo es una cosa, pero que no seas suficientemente responsable como para salvaguardar al máximo la integridad física de tu hijo… tela…

Confieso que no soy partidario de que se cobre por acceder a los tramos; primero porque aunque tal medida pudiera actuar como filtro y nos quitara un puñado de «presencias no deseadas», no erradicaría de todo el problema; por otro lado, la aplicación de tal medida supondría un cambio radical con la verdadera esencia de los rallyes, que siempre han sido una competición  de libre acceso. Es mi convicción que la mas efectiva de las medidas, pasa por reforzar la presencia de elementos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, un control mas exhaustivo de los accesos, el completo cierre de los mismos (incluso a peatones) con antelación al inicio de la prueba y la imposición de sanciones económicas a los comportamientos indebidos; tocando en el bolsillo, la gente aprende deprisa…

Alguien hacía referencia en un comentario de Facebook, que vio gente mal colocada, pero tampoco había cinta roja. Tiene razón y pese a quien le pese esto no puede ocurrir. Las cintas mejor estén demás que de menos. Resaltando la enorme y a veces ingrata labor, de promotores y organizadores, hay que decir que se tiene que hacer un esfuerzo para que los medios sean los adecuados y no existan fallos de señalización de zonas, ni falta de comisarios y puntos radio, que a veces si los hay…

Para quienes acuden cámara en mano, deciros que aun estando acreditados debéis ser los primeros en dar ejemplo, no olvidando que mejor es no captar el «fotón» del rallye pero volver entero a casa. Nada justifica que tu integridad se ponga en riesgo. A nuestro favor, cabe también la reivindicación de que se nos habiliten zonas especificas, de modo a permitirnos hacer lo mejor posible el registro gráfico de la prueba, sin tener que estar constantemente diciendo «al de la gorra», que nos está molestando y que ocupamos esa ubicación antes que el hubiera llegado. La normativa de acreditaciones de prensa de la RFEdeA, prevé la definición de dichas zonas: «– Las personas que estén en posesión de la acreditación de Prensa e identificativo de Fotógrafo/TV también tendrán acceso a los lugares específicos para ellos situados a lo largo del recorrido«. Una vez mas, debo hacer referencia que sería interesante plantearse la creación de acreditaciones permanentes de ámbito regional, a buen ejemplo de lo practicado ya por parte de la Federación Andaluza de Automovilismo.

El problema de la seguridad es, obviamente extensivo a todo el territorio nacional, pero Madrid me parece que lo sufre demasiado. Quizá no debiéramos quejarnos tanto de que algunas pruebas del regional estén fuera de la comunidad, porque a este paso, y visto lo visto, casi mejor no hacerlas «en casa»; nos ahorraríamos seguramente, la presencia de muchos que nos sobran.

Debían ser días de fiesta; no de luto

comisarios

Ni por asomo debiéramos estar planteándonos escribir de nuevo sobre este tema. No porque no debía que haber ocurrido nada que motivara a que tuviéramos que hacerlo, pero por desgracia, otra es la realidad.

El pasado fin de semana, las cunetas volvían a teñirse de rojo dejando unas cuantas familias consternadas por el luto y el dolor ante la irreparable pérdida de los suyos. En un ápice, un día de fiesta se convirtió en día de luto, tirando por tierra el trabajo de muchos meses de la organización y otorgando al equipo involucrado, el protagonismo que jamas hubieran deseado.

Se abrió una herida muy profunda, que dolerá, aunque con el tiempo se cicatrice.

Los que amamos este deporte, estamos de acuerdo en que no puede (por lo menos no debe), volver a repetirse nada similar. Es hora de actuar tomando medidas que se revelen eficaces, para ello, creo que ayudaría mucho, si tomáramos como punto de partida el análisis y la consciencia de lo que se está haciendo mal, o si queremos: no se está haciendo bien. No va a ser empresa fácil, ya que para ello, habrá que aparcar el orgullo propio y cada uno asuma sus fallos.

Como ante cualquier riesgo, las medidas a tomar, siempre tendrán un carácter preventivo, con el mismo principio aplicado a prevención de riesgos laborales, las colectivas antepondrán las individuales, a sabiendas que nunca serán efectivas al cien por cien, porque el imprevisto nunca se podrá controlar.

No hay público bien colocado, sencillamente porque ni un solo metro lineal de un tramo está exento de riesgo, otra cosa es que en ciertos puntos, existan mas o menos probabilidades de que ocurra una salida de pista. En relación a esta realidad hay dos medidas a tomar: la prohibición de zonas de acceso al público y la concienciación del mismo, y si es verdad que ambas están en practica desde hace mucho tiempo, la falta de resultados, manda que se sea persistente.

En referencia al tema de concienciar el público voy a daros algunos ejemplos de casos reales, que considero como nefastos aportes para tal fin. La imagen que encabeza este articulo, se tomó en un rallye del mundial y los dos comisarios técnicos, han decidido situarse plácidamente en una zona que no solo estaba prohibida al público, como, (a mi criterio), era de las de alta probabilidad de riesgo. En ese lugar había un guarda nacional republicano (GNR), que tenía la imposible tarea de controlar y colocar correctamente cientos de aficionados; este pidió amable y reiteradamente a  estos señores que no estuvieran allí, que estaban asumiendo un riesgo muy elevado y que daban mal ejemplo, pero su reacción fue la de ignorar completamente al agente, permaneciendo en tal ubicación durante unos largos veinte y cinco o treinta minutos.

Otro ejemplo que os puedo dejar, ocurrió en la última edición del Rallye de la Comunidad de Madrid: Yo llegué de Arménia la tarde del viernes y cuando nos enteramos que se suprimía el tramo de Robledillo, fuimos a hacer noche a Madarquillos, puesto que era evidente que todo el público del tramo anulado se desplazaría allí. Estábamos acreditados como prensa gráfica, pero en la zona donde pretendimos colocarnos inicialmente, nos dijeron que solo estaba permitido a quienes poseían la acreditación permanente; acatamos y nos fuimos. Cuando los vehículos estaban ya en prueba, observamos que toda la zona estaba invadida por acreditados y sin acreditar, delante de las narices del oficial y de los elementos de la guardia civil.

Infelizmente podría dejaros mas ejemplos de este tipo, o de un vehículo de público que aparece a escasos quinientos metros de la llegada de una subida, cuando el tramo, (se supone), llevaba ya mas de treinta y cinco minutos cortado y sin que hubiera ningún acceso intermedio por donde pudiera colarse. Misteriosamente pasó por delante de al menos seis puestos en los que había un comisario y  nadie le detectó o, lo que mucho sospecho, tenía amistades suficientes como para hacer lo que hizo y no debe hacerse… En otro rallysprint, al final de una pasada, vemos que unos siete u ocho individuos en moto entran en el tramo, entonces alguien de mi entorno llama al director de carrera viendo el peligro y el mal ejemplo que generan, y este pregunta que si van a contra tramo, como la respuesta es negativa, dice que «bueno.. que no pasa nada»…

Para nada, me parece, que pagando para ver un rallye se solucione lo que sea. Defiendo la medida si lo que se pretende es invertir tal partida en un incremento de la seguridad, aumentando por ejemplo el numero de agentes de cuerpos de seguridad, pero si se plantea como una especie de filtro o de criba para evitar la presencia de litroneros, porreros y otros gremios afines, me parece un error, porque no surtirá cualquier efecto.

Por otro lado tampoco me parece correcto creerse que todo lo que se hace, (o tal como se hace), es un trabajo inmaculado y sin lacunas. Me refiero a que si es verdad que a veces no es que las cintas no estén bien, sino que si están donde están, deberían estar en otros lugares y que un comisario, ademas de tener una formación y un chaleco, debía tener experiencia y si tuviera afición, tampoco sería peor…

Para evitar accidentes y tragedias, mas que un cambio, se tiene que producir una evolución, y esta no es tarea, o responsabilidad exclusiva a una de las partes intervinientes, sino extensiva a todas y cada una de ellas.

Los medios de comunicación tratan este deporte de una forma que nos produce indignación, pero no porque protestemos enérgicamente en Twitter o en muros y páginas de Facebook, dejarán de hacerlo; si lo harán cuando no les demos noticias y si por desgracia estas vuelven a producirse, al menos no les facilitemos vídeos que luego pongan en bucle repetidamente durante cinco largos minutos.

Nos une algo con la fuerza e importancia suficientes, como para hacer posible que se hagan progresos y que en el futuro todos los rallyes sean días de fiesta, y no de dolor, consternación y luto.

Grupo B – el pasado que no volverá…

8Hace tiempo que en mi interior se ha hecho presente la voluntad de opinar sobre la llamativa frase rendivicativa, que con cierta frecuencia, circula por las redes sociales en formato de demanda de lo imposible; esa que dice: «Yo tambien quiero que vuelvan los Gr.B, ¿y tu?»

Mi respuesta no puede ser sino positiva, basicamente porque mi afición a este deporte despuntó poco antes de su aparición y por lo tanto, he sido testigo presencial de tran tremendo espectáculo, (un rallye al año), durante su existencia; sin embargo, mi añoranza no puede enturbiar mi mente a punto de creer que algún día vuelva el Gr.B, o se cree algun campeonato con el minimo parecido, no.

El espacio se transforma, pero el tiempo, según una de las definiciones de la RAE, es, (o puede ser), » la duración de las cosas sujetas a mudanza» , así que lo que ha experimentado una mudanza en el tiempo, será irrepetible, único. Podemos y debemos considerar esta época como la época dorada del campeonato del mundo de rallyes, no olvidando sin embargo que tambien fue la mas peligrosa. Desgraciadamente, los tragicos sucesos que ocurrierón durante su existencia y en los que hubo que lamentar la perdida de vidas humanas tanto de practicantes, como de aficionados, fueron prueba de que no solo se estaban buscando limites muy elevados, sino que estos se estaban alcanzando…

A finales de 1986, el Grupo B fue extinguido. Supongo que muchos opinan que fue una sabia y acertada decisión, pero otros sin embargo, compartis conmigo una otra, que hubiera sido la de adecuar una nueva normativa en la que sobretodo se impusieran limites, cosa que practicamente no se hizo entre 1982 y 1986…

Voviendo a la frase rendivicativa, me cuestiono porque se coloca, o dicho de otra forma: ¿por qué deseamos la vuelta de los Gr.B a día de hoy? – se advina sencilla la respuesta: ¡porque eran espectaculares! – si, lo fuerón. Ahora parece ser que los pilotos (como dicen algunos, «son niñas») y la electrónica los lleva sobre raíles… lamento no estar de acuerdo: los pilotos siguen siendo tipos con mucho talento y agallas y la tecnología no lo hace todo, a parte que un rallye del WRC sigue siendo algo tremendamente espectacular, ¿o no?…

¿Ustedes creen que Latvala, Ogier, Loeb, Solberg, u otros tantos, no hubieran sido capaces de «domar» un Gr.B? – claro que si, pero da la casualidad que su tiempo es otro y con ello cambia la filosofia, la preparación y la forma de pilotar. Aun así, pilotar un WRC dentro de un tramo, no es lo mismo que hacerlo con la Playsation…

Quienes tuvimos la fortuna de vivir esa increíble época, extraemos de ella un puñado de idolos: Mikkola, Salonen, Blomqvist, Toivonen, Ragnotti, Rohrl, Mouton y un largo etc, y pese a las evoluciones posteriores de los vehículos, la lista siguió creciendo para las generaciones venideras, por ello pienso que restar mérito a los pilotos de la actualidad es una injusticia: ellos son los ídolos de nuestros hijos, a quienes queremos crear afición…

Vodafone Rallye de Portugal 2015 – Prévio

rali portugal, viana do Castelo2 El certamen luso del FIA World Rallye Championship, regresa este año al norte del país, hecho que generó cierta polémica y llenó párrafos en artículos de la prensa especializada. Siendo el Algarve una región turística, – y además lugar de residencia de muchos extranjeros adinerados -, parece no haber sentado muy bien en ciertos círculos, que el evento se trasladara al norte del país, aunque en realidad apenas se trate del regreso a sus orígenes. Sin que aun se entienda muy bien el por qué, «Turismo de Portugal» ,-uno de los principales espónsor de la prueba en años anteriores-, ante este cambio de ubicación geográfica decidió retirarle su patrocinio. Tal decisión no se hubiera entendido si se tratara de una entidad privada, y aun menos inteligible nos resulta en se tratando de una entidad pública y gubernamental. Tal actitud parece definir cierta postulación en favor de una región y en detrimento de otra, a sabiendas que los beneficios generados revertirán a favor de las arcas públicas independientemente de la región que sirva de escenario de la prueba. La promoción turística de un país, por parte del gobierno, debe hacerse de un modo uniforme a toda su geografía; no pueden haber hijos predilectos…

Posteriormente, otro frente de debate se abría, al hacerse público que esta prueba no integraba el calendario del CNR (Campeonato Nacional de Ralis), negando pues, a los pilotos con licencia especifica, la oportunidad de disputar una prueba con una visibilidad mediática notoriamente superior a las restantes.

Pese a todos los pros y contras,  la prueba lusa ha entrado en sus días de cuenta – atrás y algunos equipos se encuentran haciendo test sobre el terreno desde hace ya algunas semanas.

Sin tener todavía asegurada la plaza en el calendario 2016, la edición 2015 del rallye de Portugal cuenta con una lista de inscritos que excedió las mejores expectativas y obligó la organización a solicitar a la FIA, que se ampliara el limite de 90 vehículos, inicialmente previsto en el reglamento particular de la prueba; de modo a que pudieran estar presentes todos cuantos presentaron su inscripción y en particular los 6 equipos portugueses que se hallaban en lista de espera.

Sébastien Ogier, llega a Portugal liderando el mundial con una suma de 84 puntos y una confortable diferencia de 33 sobre Mads Øtsberg, con 51 y este con apenas 4 sobre Andreas Mikkelsen. En tal escenario, es obvia la lucha por el titulo mundial, aunque, (incluido Portugal), quedan todavía 9 pruebas por disputar.

Dada la proximidad geográfica, y como viene siendo tradición desde hace muchos años, se espera una enorme afluencia de publico español, que en su inmensa mayoría dedicará su apoyo particular al dorsal #8, Dani Sordo, a los mandos del Huyndai i20WRC y copilotado por Marc Marti.

En modo de opinión particular, estamos convencidos que este regreso al norte no va a suponer ninguna merma sobre el rallye, sino mas bien, todo lo opuesto y los que tengan la suerte de estar presentes, podrán ser testigos de todo un espectáculo que no se resumirá al paso de «un puñado de coches buenos». 

Finalizamos, como viene siendo habitual, con nuestro particular mensaje pidiendo a todos los asistentes que velen por un correcto comportamiento, porque quizá de ello dependa en gran medida la continuidad de Portugal en el mundial de Rallyes.

De interés:

Toda la información de la prueba

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